El conocimiento y las distinciones que logramos día a día, son elementos claves para mejorar en todo lo que hacemos. En nuestro caso, teniendo como propósito comentar y reflexionar sobre gestión, un tema interesante es distinguir tipos de empresarios. Y esto lo haremos tomando como criterio, el tamaño de la empresa.
¿Por qué es importante conocer sobre los tipos de empresarios? – Porque permite contextualizar y comentar, por ejemplo, cómo podría ser la atención que debe prestar al índice IDEAL, entre muchos otros temas. Del índice IDEAL hablaremos con detalle más adelante, en esta serie de artículos.
Una persona puede comenzar a gestionar una empresa grande, ya consolidada y madura. Es decir, puede ser un empresario sin pasar, por ejemplo, por la etapa “microempresario”.
Pero si tomamos el caso en el que la persona avanza desde una idea inicial (fabricar zapatos, por ejemplo), podemos hablar de varios roles o tipos de empresarios. Veamos con más detalle un caso en particular.
Pedro Rodríguez, después de “pulir” su idea con el modelo Canvas, comenzó fabricando zapatos artesanales con 4 colaboradores. Logró una producción de 40 pares por semana. Y los vendió a tiendas muy bien ubicadas, con clientes exclusivos. Es decir, Pedro vendió a otras empresas su producto.
En esta situación, Pedro era un microempresario. Para llegar allí, primero fue un emprendedor, luego puso la empresa en marcha (creó la figura legal, buscó un local…); y comenzó a fabricar y vender (facturar). Sus conocimientos y experiencia en la fabricación de zapatos fue una de sus fortalezas en los primeros pasos.
¿Cómo fue la actividad inicial que Pedro llevó adelante?
La administración y la gestión de la microempresa le resultó fácil, porque se trató principalmente de:
- comprar insumos y materia prima,
- fabricar, embalar y despachar,
- facturar la venta a su cliente;
- además, pagar la nómina y
- gestionar aspectos contables y de impuestos.
Como puedes ver, es un proceso relativamente sencillo y repetitivo. Pedro pudo atender todas estas actividades y coordinar la producción. Como indicamos, contaba con 4 empleados en fábrica.
Como todo marchó bien, sus pocos clientes y otros potenciales clientes, le hicieron pedidos cada vez mayores. Por esto, Pedro buscó socios e invirtió en maquinaria. Luego de unos meses pasó a tener más empleados y una organización más compleja.
Al tener un producto de calidad y variados modelos, continuó creciendo. Después de 2 años, pasó a tener más de 50 empleados. La mayoría en fábrica y solo un 12% en tareas administrativas. Como ves, Pedro dio el salto de microempresario a empresario pyme.
En resumen, se puede decir que de emprendedor pasó a microempresario, y luego a empresario pyme (pequeña empresa). Son 3 roles en 2 años. La empresa, a su vez, ha pasado por varias etapas:
- La idea (Pedro en rol de emprendedor)
- Funcionamiento regular (Pedro en rol de microempresario)
- Funcionamiento estable (Pedro en rol de empresario pyme)
La fábrica de Pedro siguió creciendo. Abrió tiendas propias y comenzó a vender, no solo a sus clientes originales (empresas), sino a consumidores finales propios. En 5 años la organización alcanzó el funcionamiento óptimo, y se convirtió en una empresa mediana.
Tipos de empresarios: Emprendedor versus Empresario
Antes de continuar hablando de los tipos de empresarios, haremos una distinción clave: emprendedor versus empresario.
Como sabes, no son lo mismo. Aunque muchos utilizan el término como sinónimo, el emprendedor es quien utiliza el ingenio, la ilusión y la insatisfacción laboral para realizar un cambio a través de la innovación en ideas, en productos o procesos. Esto no implica necesariamente su participación en la creación o dirección de empresas.
Por otra parte, el empresario es quien invierte capital en la empresa – propio o ajeno – y la dirige con la finalidad de obtener un rendimiento. Asume compromisos ante terceros, no solo con sus colaboradores, sino también frente a socios o entes como la banca.
Tipos de empresarios: ¿con cuál te identificas más?
La experiencia de Pedro, fabricante de zapatos, nos permite comentar que una persona podría pasar por los siguientes roles:
- Emprendedor
- Microempresario
- Empresario pyme (pequeño y mediano)
- Empresario grande o más allá de la pyme
Existen múltiples criterios para hablar de tipos de empresarios; pero en nuestro caso, nos apoyamos en el contexto de la empresa. Porque según sea el contexto y la etapa en que se encuentre, la organización demandará más o menos competencias al empresario. En particular, competencias para la gestión. En lo que el índice IDEAL nos apoyará, tal como lo veremos en otros artículos.
Volviendo al caso de Pedro Rodríguez, estando en la fase de microempresario, pudo atender tanto las tareas administrativas como las de gestión.
La administración la asociamos a tareas cotidianas, necesarias para la operación de la empresa. Mientras que la gestión, está más asociada a la toma de decisiones que impactan a la organización. Unas más estructuradas que otras, pero que, en definitiva, son acciones para decidir qué camino seguir en determinadas circunstancias.
En su rol como microempresario, estando la empresa en la etapa “funcionamiento regular”, Pedro desarrolló ciertas áreas funcionales. Algunas, por la obligatoriedad que demandan entes reguladores; otras, por su empeño en lograr un producto de calidad. Veamos algunos ejemplos.
Tipos de empresarios: Áreas funcionales en la microempresa
Área de finanzas
Involucra tareas obligatorias para el funcionamiento de la empresa. Entre ellas, el registro contable, la facturación y el control y pago de impuestos.
Pedro las ejecutó estando en funcionamiento regular, con apoyo de un especialista externo. En particular, lo relacionado con la contabilidad, balances y liquidación de impuestos.
Área de producción y operaciones
La microempresa fabrica zapatos con un proceso semi-manual, que involucra varias etapas. E incluye la gestión básica de inventarios de materias primas y producto terminado, entre otras actividades del proceso productivo.
En este caso, Pedro definió varias secciones para la realización del producto:
- Diseño de zapatos
- Ajuste y “patronaje” de zapatos
- Sección de cortado
- Aparado de zapatos (dar forma al diseño)
- Preparación antes del montaje
- Montado de zapatos
- Pegado de zapatos
- Sección de terminado del zapato
- Sección de embalaje y almacén del producto
Área de mercadeo y ventas
Mientras estuvo en la fase de microempresa, las acciones realizadas por Pedro en este punto fueron principalmente:
- La relación con clientes: atención y aseguramiento de la satisfacción del cliente.
- La fijación del precio del producto, con base en los costes identificados.
- Una gestión básica de ventas, realizada por el microempresario directamente.
- La distribución del producto, que se basó en el envío de los pedidos de los clientes (B2B)
Área de talento humano
En este punto, la actividad fue solo el pago de nómina y beneficios. Con relación a la capacitación, el propio microempresario asumió la formación en los casos necesarios.
Área de gestión de la calidad
Las competencias técnicas del microempresario le permitieron tomar acciones específicas para asegurar la calidad del producto. Por ejemplo:
- Selección de un grupo reducido de proveedores de insumos (hormas, plataforma y tacones, suela, contrafuertes y topes, piel o tejido de corte y forro, adornos…), evaluados con base en la calidad ofertada. El énfasis principal fue en la calidad de las pieles.
- Revisión de las partes y piezas antes del montado del zapato.
- Control de calidad del producto terminado, mediante la observación directa.
- Embalaje manual, siguiendo un instructivo para asegurar la protección del producto.
Como puedes observar, aunque un microempresario no lo distinga, desarrolla áreas funcionales, que en sus primeros meses, serán atendidas por un grupo mínimo de colaboradores. Es por ello que en ocasiones hablamos del empresario como el hombre orquesta, pues atiende muchas tareas de diferentes tipos.
Las áreas funcionales de una empresa se mejoran continuamente en las diferentes etapas por las que pasa: desde la puesta en marcha hasta la etapa “expansión o traspaso”.
Cuando la microempresa de Pedro pasó a la etapa funcionamiento estable, ingresando más colaboradores e incorporando nueva maquinaria, una de las cosas que cambió fue su eslogan: No fabricamos zapatos, hacemos zapatos.
Para finalizar
En conclusión, la experiencia de Pedro nos permite ver el ejemplo de un microempresario, que desarrolla áreas funcionales para crecer en ventas.
Situación que se corresponde con una empresa en la etapa de funcionamiento regular, en la que mantener el foco es clave para el empresario. El foco es uno de los componentes del índice IDEAL o índice de eficiencia empresarial.
Sobre esta experiencia continuaremos hablando en la próxima entrega. Allí comentaremos cómo avanzó la organización al llegar a la etapa funcionamiento estable, qué áreas se desarrollaron y hasta dónde mejoraron.
¡Gracias por leernos! Hasta la próxima entrega.