¿Necesitas que tus colaboradores desarrollen destrezas y habilidades en el día a día? Es decir, ¿que aprendan sobre temas concretos, sin dejar de realizar sus tareas? Una alternativa que te proponemos, y de la que te hablamos hoy, son los microcursos en línea. ¡Bienvenidos!
Todos tenemos una idea general sobre qué es un microcurso. Sin embargo, creemos que es necesario precisar algunos detalles, por lo que comenzaremos por sus características:
- Un microcurso es un evento instruccional sobre un tema específico, para el desarrollo de una competencia que puede ser técnica o social.
- Los microcursos pueden ser asistidos o no; es decir, pueden contar o no con un instructor o facilitador del proceso enseñanza – aprendizaje.
- Cuando el microcurso no es asistido por un instructor, lo común es que sea compartido en una plataforma en línea.
- El tiempo medio de duración suele estar entre 1 y 4 horas.
Lo típico es que los microcursos se diseñen para personas adultas, aunque esto no es una condición necesaria. Es claro que en el contexto de una empresa, el diseño instruccional es para personas adultas, con algún grado académico mínimo.
En cualquier caso, el microcurso se planifica para un aprendizaje autónomo e independiente. ¿Qué significa esto? Significa que la persona decide cuándo y cómo aborda los contenidos. Es el único responsable de lograr el aprendizaje propuesto, ¡porque es un adulto!
Por tal razón, el diseño instruccional sugiere una ruta de aprendizaje a través de lecciones concretas. Cada persona lo abordará según su experiencia y conocimientos previos.
Microcursos: herramienta para mejorar el desempeño
Para las empresas tipo mipymes, los microcursos pueden convertirse en una herramienta clave de mejora continua.
Por ejemplo, los colaboradores pueden desarrollar destrezas en mercadeo y ventas, a partir de microcursos que abarquen temas puntuales. Así, para cada actividad que deban atender en dicha área, recibirán el conocimiento de técnicas específicas.
El colaborador es responsable de poner en práctica el conocimiento, hasta lograr su dominio. Por ello hablamos de un aprendizaje autónomo e independiente.
En la puesta en práctica puede tener un acompañante que le dé feedback, hasta aplicar el conocimiento en forma correcta. En algunos casos se habla de un coach de apoyo. Esto aplica sobre todo en el caso de competencias o habilidades blandas.
Por tratarse de contenidos específicos para desarrollar competencias, algunos denominan a los microcursos, píldoras de conocimiento.
Es claro que si tomas un número determinado de píldoras de cierto conocimiento, lograrás nuevas destrezas y habilidades. O mejorarás en la competencia involucrada.
Un aspecto en este tipo de aprendizaje es que el colaborador decide el ritmo de forma autónoma. Es decir, aborda los contenidos en función de su disponibilidad de tiempo, entre otros elementos, como el lugar.
Diseño y desarrollo de microcursos
Para crear microcursos en el contexto de tu empresa, que pueden además formar parte de una base de conocimiento, tienes varias opciones:
- Buscar apoyo en empresas especializadas en el conocimiento requerido.
- Crear los microcursos, con la participación de colaboradores expertos.
- Buscar cursos cortos en plataformas de aprendizaje de universidades o institutos educativos.
Si decides apoyarte en tus colaboradores con más conocimientos o destrezas, es claro que debes capacitarlos.
En tal sentido, te dejamos los principales aspectos que se deben considerar para planificar y diseñar este tipo de evento instruccional. Digamos que compartimos parte de lo que sería, precisamente, un microcurso de diseño de la instrucción.
Elementos para el diseño de un microcurso
1- Contexto y expresiones de logro
Un elemento clave es redactar con precisión el objetivo del microcurso. Es decir, la meta o lo que deseamos que el colaborador aprenda para mejorar su desempeño.
Este objetivo lo podemos plantear, si es posible, en términos de la competencia que se desea desarrollar o mejorar. Y un componente importante es este punto, es tener claro el contexto o situación en que se aplicará el conocimiento.
Una competencia implica un saber hacer (habilidades) con saber (conocimiento). Así como la valoración de las consecuencias de ese saber hacer (valores y actitudes).
Por otra parte, también es necesario conocer aspectos relacionados con el perfil de los colaboradores o destinatarios del microcurso.
Este tipo de información influirá en la selección de contenidos o en el diseño de los mismos. Por ejemplo, si tus colaboradores hablan varios idiomas, puedes incluir material en tales idiomas, como parte de los contenidos.
2- Contenidos del microcurso
Al tener definido el contexto y el objetivo específico de aprendizaje, debemos crear o seleccionar los contenidos según el caso.
Es importante asegurarnos, en este aspecto, que los contenidos sean consistentes con la meta de aprendizaje. En este sentido, lo ideal es que un “experto” en el tema apoye la selección de los mismos.
En la actualidad es típico que los contenidos se presenten en diversos formatos. Por ejemplo:
- Lecturas cortas
- Vídeos cortos
- Audios explicativos
- Imágenes e infografías
Como el microcurso debe fomentar el autoaprendizaje (autónomo e independiente), es necesario que sugiera una ruta de aprendizaje.
Esto lo hacemos, por ejemplo, con lecciones. Lo común es considerar no más de 4 lecciones, cada una con un punto específico, que vaya construyendo el aprendizaje.
3- Actividades relacionadas con los contenidos
Estas son las tareas que el colaborador realiza, en forma práctica, para alcanzar el aprendizaje, apoyándose en los recursos compartidos.
Debemos plantear actividades que impliquen un esfuerzo o reto apropiado según el caso. Es claro que no pueden ser triviales; pero tampoco, muy difíciles de hacer. Esto sugiere que, de ser necesario, tengamos niveles para un mismo microcurso: básico, intermedio y avanzado.
4- Evaluación para verificar el aprendizaje
En el caso de los microcursos, se trata de retos o autoevaluaciones para verificar el aprendizaje logrado. Lo que se busca con esta evaluación es asegurar la comprensión de cada lección y, de ser necesario, sugerir actividades denominadas “remediales”.
Se trata de una evaluación formativa, para apoyar al colaborador cuando tenga dificultades. Esta debe ofrecer recomendaciones para lograr la meta de aprendizaje, si el reto no es superado de forma oportuna.
7 beneficios de los microcursos para las mipymes
1. Acortan la brecha de conocimiento
De acuerdo con un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo, “en el desarrollo de capital humano calificado, radica uno de los principales escollos y desafíos para las mipymes…”, tanto en lo que respecta a la parte de gerencia como a la operativa.
El desarrollo y la aplicación de microcursos son un medio para acortar la brecha de conocimiento en todos los contextos. Y de manera particular, en el sector de las mipymes.
2. Ahorran tiempo y dinero
Uno de los mayores problemas que tienen los empresarios en la actualidad, es la “falta” de tiempo para capacitarse. Lo que ocurre también a sus colaboradores, sobre todo, en las primeras etapas de la empresa.
Recordemos que en muchas mipymes, la cantidad de trabajadores es pequeña, por lo que la falta de uno de ellos puede ser crítica.
Por esta razón, los microcursos en línea son una alternativa práctica de capacitación, a la que pueden acceder desde cualquier lugar, con una conexión de Internet.
3. Aterrizan la teoría a la realidad de las pymes
Otro de los beneficios es que a diferencia de los cursos tradicionales, que pueden ser altamente teóricos, los microcursos son fácilmente aplicables a la realidad de las empresas.
Tienen objetivos que apuntan a desarrollar o mejorar competencias específicas.
Todo el contenido que proveen está basado, casi siempre, en la experiencia real. De allí que lo mejor es que sean colaboradores propios los que apoyen su diseño. Además, el modelo de aprendizaje en este tipo de evento instruccional permite demostrar la teoría, a través de herramientas de trabajo manejables para las pymes.
4. Incrementan tu red de contactos
Cuando se implementa una fase posterior de discusión, a través de una herramienta en línea, como los foros, es posible invitar a colaboradores externos a participar.
De esta forma, son también una instancia para incrementar las redes de contactos y desarrollar alianzas con empresarios, hasta de otros sectores.
5. Flexibilidad
Una de las principales ventajas de los microcursos en línea, es la flexibilidad para abordarlos. Por tratarse de capacitaciones en línea, las personas pueden ver las lecciones y realizar las autoevaluaciones, en horarios que les convenga, dentro de los plazos indicados para su finalización.
6. Aptos para todos
Lo común es que los microcursos sean planificados y diseñados para casi cualquier persona. Por supuesto, existen excepciones.
En general, la idea es que los contenidos se entreguen en un lenguaje fácil de entender, para hacerlos más accesibles. Cuando son microcursos de autoaprendizaje, la claridad en la exposición de los contenidos es una condición esencial. De otra forma, perderíamos el propósito.
7. Es un conocimiento, sin duda, dinámico
Este modelo de microcursos en línea, permite que los conocimientos entregados no sean estáticos. Están en constante evolución, ya que se complementan con la experiencia y comentarios de los colaboradores. De allí la importancia de facilitar la interacción, al menos, mediante foros en línea.
De esta forma, nos permiten ajustar constantemente los contenidos para hacerlos más completos y enriquecedores.
Es claro que si tienes el área de talento humano implementada, toda esta tarea de crear, aplicar y mejorar los microcursos será parte de sus funciones.
Conclusión
A partir del contenido de esta entrega podemos asegurar que los microcursos son una herramienta poderosa para consolidar las competencias técnicas y sociales del equipo de trabajo.
Imagina que cuentas con un número importante de píldoras de conocimiento en todas las áreas de la empresa. ¿No sería un activo importante? Sería un medio para capacitar a los nuevos colaboradores. Además, de permitirte reforzar las prácticas y competencias del equipo de trabajo. Todo a un bajo coste en el mediano y largo plazo.
Imagina que cuentas con un número importante de píldoras de conocimiento en todas las áreas de la empresa. ¿No sería un activo importante? Sería un medio para capacitar a los nuevos colaboradores. Además, de permitirte reforzar las prácticas y competencias del equipo de trabajo. Todo a un bajo coste en el mediano y largo plazo.
Es claro que necesitas una plataforma en línea para esto, lo que es muy factible, incluso a través de herramientas gratis que puedes adaptar a tu organización.
Para finalizar, si bien los elementos propuestos para el diseño de microcursos no fueron descritos en forma exhaustiva, lo indicado sirve de guía para comenzar a desarrollar algunos bocetos. Así que te invitamos a asumir el reto.
¡Gracias por leernos!