Todos sabemos que las historias despiertan el interés cuando están bien formuladas. Aplica en muchos ámbitos, porque alimentan la pasión y la inspiración. Y en el mundo empresarial, pueden apoyarnos en la gestión por retos. En este sentido, una pregunta es: ¿Qué tipos de historias debo contar para inspirar al equipo? Es un punto clave para una gestión ideal. ¡Bienvenidos(as)!
Si ya tienes una empresa, sabrás que no hay nada peor que un equipo sin inspiración. Por esta razón, una opción interesante es utilizar historias que creen pasión, que estén en la mente de los colaboradores. Historias con las que puedas crear una cultura donde el impacto es compartido. Se trata de que el equipo tenga presente que su esfuerzo mejora la vida de los clientes y de otros involucrados, al satisfacer sus necesidades.
Por otra parte, como empleados queremos tener un propósito que nos guíe en la acción. Y no hay mejor manera de encontrar la confianza en el propósito de los colaboradores, que a través de una historia. Sí, una historia que conecte el esfuerzo en la empresa con el impacto en la vida de otros.
Tal vez consideres que estas reflexiones son aplicables solo en emprendimientos sociales, por ejemplo. Pero no es así. Aplica en todo tipo de organización que realiza una actividad para satisfacer necesidades. Y por supuesto, incluye a mipymes y grandes empresas.
Puedes vender simplemente tornillos y tal vez pienses que no es posible conectar el esfuerzo del equipo con la vida de otros. Sin embargo, si el diseño de la atención al cliente involucra una asesoría y un interés en su necesidad (estrategia CRM), ¿no estarías creando un impacto positivo en ambos: colaboradores y clientes?
Tipos de historias en la gestión por retos
Los gestores y empresarios saben que las herramientas tradicionales en el mundo de los negocios, ya no funcionan como antes. Es decir, no son suficientes a la hora de motivar e impulsar a sus equipos para que enfrenten retos; para que logren las metas y los objetivos por áreas y los globales. Es por ello que muchos han pasado a utilizar el poder de las historias.
Por otra parte, los empresarios saben que sin una historia “correcta”, es más difícil captar al mejor talento y alinear a todos los colaboradores con una estrategia, para diferenciarse de la competencia. Además, sin una historia que motive también es más difícil conectar emocionalmente con clientes y demás involucrados.
Una vez que el gestor o empresario decide utilizar historias, pasa a realizarse preguntas importantes como:
- ¿Qué tipos de historias aplican los empresarios exitosos?
- ¿Cuál tipo de historia debo contar, en mi contexto, para alcanzar mis objetivos?
Los estudiosos de estos temas – como Massimo Martinotti, socio fundador de StarFire Effect – han tipificado al menos 8 tipos de historias para aplicar en la organización. Estas vienen a resolver, además, los diferentes retos en la comunicación empresarial. Si las historias cumplen con ciertos elementos claves, sin duda conectarán con la “audiencia”.
Cuando un empresario o gestor cuenta una historia, busca moldear el comportamiento de los receptores (colaboradores, clientes, socios) e inspirarlos a todos. Las historias, para ser eficaces, deben ser capaces de estimular en los receptores emociones que las fijen en la memoria y alineen el corazón, la mente y la voluntad.
Massimo Martinotti.
8 tipos de historias que podemos aplicar
Sobre qué elementos deben tener las historias para lograr su propósito, hablaremos en otro momento. Lo que sí debemos saber es que deben ser “ágiles y luminosas”, además de sólidas y auténticas. En este punto, tal como lo señala Martinotti, debemos contar lo que realmente vivimos, para que la historia pueda convertirse en la mejor estrategia.
Es decir, a las historias no sólo hay que tomarlas como un instrumento de comunicación, sino como parte de una estrategia organizacional. Por otro lado, debemos evitar un error común, que es el de hablar de algo que no es verdad, porque la audiencia lo detectará… con consecuencias nada alentadoras. Por ello, las historias deben ser auténticas.
Veamos ahora una breve descripción de los 8 tipos de historia que nos comparte Martinotti. Observarás que no solo es para motivar, inspirar e impulsar al equipo de trabajo, sino que pueden dirigirse a una audiencia mayor.
Historia tipo 1. Definir quiénes somos:
En este tipo de historias hacemos ver a la audiencia (colaboradores, clientes, socios, stakeholders) cuál ha sido la trayectoria de la empresa. Con énfasis en los hitos y aquellos elementos que la han hecho exitosa.
Para este propósito, se puede invocar hechos históricos de la propia organización. A lo que podemos agregar las “aventuras” vividas por sus fundadores. ¿Has leído la historia de Steve Jobs o Jeff Bezos? Se convierten en héroes y transfieren sus características a sus organizaciones.
Historia tipo 2. Inspirar y alinear:
Este tipo de historia busca inspirar y alinear a todas las audiencias, evidenciando los valores de la organización. En este punto hay que precisar que cada vez tiene más relevancia el concepto de “mercadeo con propósito”.
En el último Cannes Lions, el CEO de Unilever, Alan Jope, habló del propósito, “como una de las oportunidades más emocionantes en el mundo del mercadeo. Hecho con responsabilidad, ayudará a recuperar la confianza en nuestra industria y a desarrollar una mayor creatividad en nuestro trabajo”. Y esto no solo aplica para el cliente externo, también para el cliente interno.
Historia tipo 3. Movilizar:
Para movilizar, la historia debe ir un paso adelante. La idea es desarrollar y contar una historia que active e impulse una causa. Una historia que llame a la acción, fijando una meta que mejore las vidas personales y profesionales. No solo la de los colaboradores, sino de todos los que de alguna manera establecen conexiones con nuestra organización.
Historia tipo 4. Actuar con empatía:
La empatía es un valor clave en la vida. Es la intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo. Este tipo de historias se basan en experiencias personales – del empresario o gestor – que demuestran sus valores, pasiones y anhelos, así como sus antagonistas.
Crear una identificación a través de una historia resulta en una conexión emocional que incrementa el compromiso por lograr los retos de la organización.
Historia tipo 5. Superar la oposición:
En este caso, se trata de historias que buscan anticipar las objeciones de la audiencia, reconociendo sus puntos de vista, pero haciéndoles ver que existen otros caminos posibles. Ideal para gestionar la resistencia al cambio.
De esta manera se presenta una visión diferente, creando dudas sobre las “creencias” o posiciones preestablecidas. Y con ello, se invita a aceptar una realidad nueva, con lo que se reduce la tendencia a argumentar en contra o, simplemente, a oponerse.
Historia tipo 6. Visualizar el éxito:
Las historias enfocadas en visualizar el éxito, en lugar de proponer ideas o soluciones, cuentan sobre los resultados de los planteamientos que interesan, haciendo aflorar las emociones que se producen al pasar de una situación no deseada a una de éxito. La audiencia hará la conexión entre causa y efecto, impulsando a la acción.
Historia tipo 7. Simplificar la complejidad:
Cuando sea necesaria, podemos utilizar este tipo de historias para simplificar conceptos, tecnologías o procesos complicados. Hacemos uso de metáforas y parábolas, que consisten en narrar un hecho real o imaginario del que se deduce, por comparación, una verdad importante.
Las metáforas y parábolas son fórmulas narrativas que se han usado durante milenios, como bien sabes, para transmitir mensajes difíciles de entender o de aceptar, debido a ideas y creencias preconcebidas.
Historia tipo 8. Educar:
En este caso, la historia permite compartir experiencias personales y lecciones aprendidas, con lo que transmitimos conocimientos haciendo uso de emociones que las audiencias puedan reconocer.
Es por esto que la práctica de documentar es importante en las empresas. Pues nos ayuda a la hora de buscar aquellas lecciones aprendidas que nos permitieron ser mejores o corregir fallas y equivocaciones en la gestión.
Gestionar Fácil.
Es importante observar que a través de las historias podemos crear mundos que motiven e inspiren a nuestros colaboradores. Que los comprometan, de manera auténtica, a lograr objetivos en un contexto de retos que los ayuden a ser mejores. No solo como organización, sino también en lo personal y profesional.
Comentario para finalizar
En resumen, definir una historia para motivar e impulsar al equipo de colaboradores dependerá de los objetivos a alcanzar. También, de la personalidad del “narrador” (empresario, gestor, responsable) y de las características de los receptores de la historia.
Cualquier sea el caso, lo interesante es que las historias nos pueden apoyar no solo de cara a los clientes (Storytelling), sino de cara a los colaboradores. Y con ellas, podemos motivar el logro de retos en la organización. Es una herramienta en la gestión por retos.
En fin, contar historias es un arte que podemos y debemos practicar. El buen “narrador” sabe que, para encontrar excelentes historias, debe fijarse en narrativas en las que los colaboradores estén dispuestos a invertir emocionalmente, y que a la vez impulsen los objetivos de la organización.
¡Muchas gracias por leernos!