Al cerrar una etapa, como lo es un año calendario, es común dedicar tiempo a evaluar los logros. Sin embargo, en este caso, el propósito del artículo es sugerir cómo planificar el nuevo año. En particular, ¿cómo enunciar los objetivos a alcanzar y en qué fijarnos? Para ello te dejaremos 7 consejos claves.
¿Valdrá la pena hacerlo? Depende. Pero, ¿por qué no intentarlo? Si lo hacemos con honestidad, podemos tomarlo como una guía que puede llevarnos a logros importantes. O al menos, a avanzar en ciertos objetivos, no solo en lo personal, sino como gestores o empresarios.
Ejemplo de un propósito típico: “este año sí voy al gimnasio”.
En la mayoría de los casos, en pocas semanas lo dejamos, porque estamos demasiado ocupados. ¿Te ha pasado? A veces repetimos propósitos un año tras otro.
Pero, sí es posible planificar.
Las personas exitosas hacen planes que funcionan. Aquí listaremos 7 consejos que nos pueden ayudar a lograr este propósito, en cuanto a declarar los objetivos.
¿Cómo planificar el nuevo año? 7 consejos claves
Para ir al grano, vamos a enumerar los 7 consejos. Tal vez quieras ir a leer sobre alguno en particular, en el caso en que no quieras pasar por todos.
Los consejos a los que nos referiremos son:
- Enunciado en positivo.
- Objetivos motivadores.
- Objetivos bajo control real.
- Especificación del logro.
- Definición de un tamaño adecuado.
- Recursos y competencias necesarias.
- Análisis de la situación actual.
1. Enunciado en positivo de los objetivos
Seguramente lo sabes. Nuestro cerebro tiende a enfocarse en aquello en lo que pensamos. Por ejemplo, cuando deseamos comprar un coche, tendemos a fijarnos en los que nos gustan.
Los expertos sugieren que esto tiene una explicación biológica, basada en el sistema de activación reticular. Es la parte del cerebro que regula la atención. Tipo radar, que te advierte de aquello externo que coincide con tus deseos.
En este aspecto, lo ideal es que pensemos en qué queremos y fijar nuestras metas con un enunciado en positivo:
- En lugar de, “quiero evitar la disminución de las ventas”; mejor: “quiero aplicar 3 estrategias para ganar más y mejores clientes”.
- En lugar de, “quiero dejar de perder el tiempo libre”; mejor: “quiero poner en marcha un blog que pueda monetizar”.
2. Definir objetivos motivadores
Si te pones como objetivo, por ejemplo, aprender a tocar guitarra, pero no es algo que realmente te apasione, lo dejarás pronto.
Es decir, en cuanto tengas algo urgente o importante que atender, la práctica quedará para luego. Y así, la guitarra quedará como un adorno.
Por cierto, este ejemplo lo tomamos de la experiencia con muchos clientes de la mipyme Músik con K. Compradores de instrumentos, emocionados al principio, que luego abandonan la idea.
En tal sentido, no es bueno ponernos un montón de objetivos, sólo por tener cosas que hacer. Así que luego de hacer una lista de objetivos para el nuevo año, es necesario que te preguntes: ¿para qué quiero yo este objetivo?
Tenemos que preguntarnos qué vamos a conseguir. Y luego, reflexionar sobre si lo que vamos a conseguir realmente nos apasiona.
Un punto importante es no fijar retos solo para demostrarte a ti mismo que los puedes lograr. En nuestra experiencia, puede ser un error, porque el esfuerzo invertido es enorme, y en muchos casos es solo para subir la autoestima.
En resumen, fije objetivos que te acerquen a los resultados que realmente quieres, porque te apasiona el tema o porque implica un salto cualitativo. Un salto para ti, para tu familia, para tu empresa…
3. Objetivos bajo control
Esto es clave. Nuestros objetivos tienen que depender de nosotros, y no de los demás.
Cuando definimos objetivos y planes para un nuevo año que dependen de otros, estamos pasando el control de su logro. ¡Claro, en el caso de tu empresa, dependes de tu equipo! Pero según como declares tus propósitos de logro, podrás decir si los objetivos están bajo tu control.
Un objetivo puede ser elevar en 25 % las ventas, durante el próximo año. Eso está bien. ¿Pero depende de ti, realmente?
Lo que depende de ti es que el producto o servicio sea preferido, porque el equipo y tú le pueden agregar valor añadido. El cliente le dará un valor “superior” al de la competencia. Y esto generará más ventas.
Si comienzas un blog, la gente no tiene por qué leerlo. El número de visitas es un resultado, sin duda. Está bien medirlo y procurar mejorar ese número. Pero no son tus objetivos.
En tal caso, tus objetivos podrían estar enfocados en la calidad de las publicaciones, su frecuencia y oportunidad de los temas tratados .
4. Especificación del logro
Un objetivo ambiguo no lo podrás medir. Si nuestro objetivo es genérico, como “vender más productos cada mes”, ¿qué tanto lo estamos logrando?
Metas concretas para obtener resultados concretos.
Es lugar de decir, voy a aprender a tocar la guitarra, mejor diga: tocaré la guitarra una hora todas las noches.
Así, si te pones en un rol de “observador externo”, tipo auditor, serás capaz de verificar si lo estás logrando. Si estás cumpliendo con el propósito o con la meta.
Al fijar lo esperado con tu objetivo, considere un rango para el resultado. Porque si no, en el momento en que determines que estás fallando, te pueden entrar las ganas de tirar la toalla.
En el caso de tu empresa, piensa en los objetivos y acuerde con los colaboradores los resultados esperados. La forma de medirlos, el momento, los “rangos” aceptables, etc. Acordarlos es necesario para lograr el compromiso.
5. Comience por un “tamaño” adecuado
Si nunca has ido a un gimnasio, comenzar con un total de 3 horas todos los días; además de tomar una clase extenuante en grupo, hará que en el fin de la primera semana no andes bien.
Así que comienza con un “tamaño” de meta razonable.
Cuando los proyectos personales o profesionales son demasiado ambiciosos, la probabilidad de que sean abandonados es mayor. ¡Seguro lo sabes bien!
Según el caso, debemos abarcar cosas que veamos que están a nuestro alcance. Objetivos bajo control y con una especificación clara. Cada objetivo tiene que ser retador, pero alcanzable o realizable.
Eso sí, debe demandar esfuerzo y sacarnos de la zona de confort, porque de otra forma no tiene sentido. Si vas al gimnasio y levantas el mismo peso durante un año, ¿estarás mejorando tus músculos?
6. Recursos y competencias necesarias
Hablamos de todos aquellos recursos que debemos tener para lograr los objetivos motivadores, enunciados de manera positiva.
- En primer lugar, debemos tener claro los recursos que están “fuera” de nosotros. Por ejemplo, dinero. Es claro que si quieres tomar clases de guitarra, tendrás que disponer de una hora diaria y, además, pagar el curso.
- En segundo lugar, están los recursos propios y las competencias. Por ejemplo, si quiero escribir en mi blog tres veces por semana, debo tener disciplina para encontrar tiempo y mejorar día a día las competencias para escribir mejor, y así enganchar al lector. Aquí entran en juego no solo las competencias técnicas, sino también las blandas.
7. Análisis de la situación actual
Si nos ponemos un objetivo que nos quita algo que es positivo, es muy probable que lo abandonemos.
Un caso típico: “quiero emprender”.
Pero de momento, trabajo para una empresa. Si bien hay cosas que no me gustan, a fin de mes tengo un ingreso seguro. Este ingreso es un elemento positivo.
¿Qué pasa si inicio una empresa? Es muy probable que en los primeros meses no tenga ingresos, por lo que puedo abandonar rápidamente el emprendimiento y volver a un empleo.
Así que tómate el tiempo para pensar qué tiene de bueno la situación actual. Luego reflexiona sobre cómo mantener esa parte “buena”, una vez que pases a la búsqueda de tus objetivos.
Por ejemplo, antes de emprender puedes asegurarte una cierta holgura financiera. O dar inicio al proyecto empresarial en paralelo con tu situación actual, para que el “no ingresar dinero”, no te lleve a abandonar tu propósito.
¿Cómo planificar el nuevo año? Conclusión
Tal vez consideres que hay otros consejos clave para abordar el “cómo planificar el nuevo año”. Y si es el caso, excelente. Pues estás pensando en plantearte objetivos alcanzables, que no dejarás tan fácilmente. Lo que aplica en lo personal y en la gestión de una empresa.
Por supuesto, al hablar de empresas u organizaciones, es claro que debes desarrollar el plan con tu equipo. Aún en el caso de una microempresa.
En resumen, una vez que tengamos claros todos los puntos anteriores y los que consideres sumar, entonces nos plantearemos objetivos bien definidos y planificados. Por supuesto, habrá que desarrollar un plan para cumplirlos. Pero eso es otra historia.
Entonces, ¿cómo planificar el nuevo año? Con los 7 consejos comentados tienes elementos para planificar los objetivos del año nuevo, que te permitirán aumentar las probabilidades de lograrlos.
¡Muchos éxitos en el nuevo año!