¿Puede tu pyme cumplir con sus obligaciones financieras? ¿No lo sabes?, ¿no estás seguro? Los ratios de cobertura te ayudarán a responder con acierto.
Por eso en este post te muestro como calcular e interpretar 5 ratios de cobertura, para que puedas no solo responder, sino tomar decisiones con base en datos financieros reales.
Cada vez son más los indicadores financieros utilizados para evaluar la “salud” de la empresa, los ratios de cobertura, te ayudarán a medir la capacidad y solvencia de tu pyme.
¡Es fácil y sencillo, pero sobre todo, importante!
Aprende de manera fácil sobre ratios de cobertura, con este contenido:
- ¿Qué son los ratios de cobertura?
- Ratios de cobertura aplicables en pymes:
- Ratio de cobertura del activo no corriente.
- Ratio de financiación del activo inmovilizado.
- Cobertura de gastos financieros.
- Ratio de cobertura del servicio de deuda.
- Ratio de cobertura de gastos fijos.
- Resumen sobre los ratios de cobertura en pymes.
Para comenzar quiero mostrarte 5 ratios de cobertura aplicables a una pyme que debes conocer. Quiero que prestes MUCHA ATENCIÓN porque luego volveré sobre este punto para profundizar, ¿vale? Fíjate:
¿Qué son los ratios de cobertura?
En general, todo ratio de cobertura es un indicador que permite evaluar la capacidad que tiene una empresa para cumplir con obligaciones o soportar situaciones adversas de mercado.
Los ratios de cobertura son indicadores frecuentes en el análisis financiero y contable de una empresa.
Si deseas profundizar sobre los indicadores financieros, puedes consultar el siguiente post: Indicadores financieros para pymes y su importancia.
Es común encontrar este tipo de ratio en las presentaciones de resultados a accionistas, y en informes exigidos en entidades financieras para gestionar préstamos.
Estos indicadores proporcionan información de utilidad para evaluar si la empresa cuenta con la debida solvencia para cubrir los pagos.
Todas las métricas para calcular los diferentes ratios de cobertura en una pyme, provienen de los informes básicos:
- Balance de Situación o Balance General.
- Estado de Resultados o Estado de Ganancias y Pérdidas.
El primero es un informe que refleja la situación financiera y patrimonial de una empresa, para una fecha específica. A través de este estado contable podemos apreciar la capacidad de solvencia de toda empresa.
El balance de situación es un estado financiero estático por su carácter de información permanente.
Es decir, los saldos de las cuentas deben pasar a la siguiente gestión fiscal, plasmándose en el balance inicial o de apertura.
El segundo es un estado financiero que refleja el movimiento de ingresos y egresos. La finalidad primordial de este informe es demostrar la utilidad o pérdida a una fecha determinada.
Ejemplos de diferentes ratios de cobertura
En esencia, los ratios de cobertura comparan entre sí dos variables, para determinar si la que se encuentra en el denominador puede cubrir lo especificado en el numerador.
Como ejemplos tenemos los siguientes indicadores de cobertura, que miden la capacidad de una empresa para asumir obligaciones:
- Ratio de cobertura del activo no corriente.
- Ratio de financiación del activo inmovilizado.
- Cobertura de gastos financieros.
- Ratio de cobertura del servicio de deuda.
- Ratio de cobertura de gastos fijos.
1. Ratio de cobertura del activo no corriente o inmovilizado
Este ratio nos permite evaluar la capacidad de cubrir con los recursos propios, los activos no corrientes de la empresa.
En este sentido, un valor mayor que 1 indicaría que la pyme tiene una capacidad de solvencia “adecuada”, y por ende podría soportar coyunturas económicas que se presenten en el sector.
Por supuesto, hablamos de que sea mayor que 1 pero dentro de un rango razonable. La fórmula para calcular este indicador es la siguiente:
Cobertura del activo no corriente = (Recursos propios) / (Activo inmovilizado neto)
¿Qué son los recursos propios?
Los recursos propios – o patrimonio – son las aportaciones que realizan los socios, que constituyen el capital de la empresa, más las reservas acumuladas y los beneficios obtenidos, no repartidos.
En términos contables, comprenden el capital social, las reservas, los resultados pendientes de aplicación y las subvenciones en capital no reintegrables.
¿Qué es el activo inmovilizado?
Por su parte, el activo inmovilizado es el activo operativo de la empresa que se espera usar a largo plazo, más de un año, por ejemplo, terrenos y edificios, instalaciones, maquinaria.
También las inversiones financieras a largo plazo se consideran activo inmovilizado; así como el activo fijo intangible (marcas, patentes, etc.).
2. Ratio de financiación del activo inmovilizado
Este indicador nos da información sobre la capacidad de cubrir, con el capital permanente de la empresa, los activos inmovilizados.
Por medio de este indicador podremos visualizar cómo se está financiando el inmovilizado, que es la partida más importante del activo no corriente.
Este ratio o razón se calcula aplicando la siguiente fórmula:
Financiación del inmovilizado = (Capital permanente) / (Activo inmovilizado)
¿Qué es el capital permanente?
Este se refiere al conjunto formado por el patrimonio neto, en particular el capital social, las reservas; y las deudas a largo plazo (financiación ajena) de la empresa.
Este tipo de capital se encuentra disponible durante un largo periodo y permite operar y hacer frente a las necesidades financieras de la empresa, sin ser exigible en el corto plazo.
El análisis del indicador deberá ser realizado con base en las siguientes consideraciones:
- Si el resultado es menor a 1, la pyme se encuentra en una “situación” de suspensión de pagos o falta de liquidez.
- En caso de ser igual a 1, existe la posibilidad de que la empresa pierda su margen de maniobra, y en corto plazo podría presentar problemas de solvencia.
- Si es mayor a 1, significa que el capital permanente financia parte de los activos no corrientes de la empresa.
Por ejemplo, una empresa registra un capital social de 1.000.000 euros y una reserva legal de 50.000 euros. Por otra parte, los activos inmovilizados ascienden a 500.000 euros.
Financiación del inmovilizado = (1.050.000 / 500.000) = 2,1
El resultado indica, como es evidente, que la empresa tiene capacidad de cubrir con el capital permanente, los activos inmovilizados.
En resumen, una situación equilibrada exige un valor por encima de uno.
Un valor inferior significará la existencia de inversiones permanentes financiadas con exigible a corto plazo, lo cual puede derivar en problemas de tesorería.
3. Ratio de cobertura de gastos financieros (GF)
Es un indicador que, en esencia, nos indica la capacidad que tiene la empresa para disminuir las utilidades sin afectar la capacidad para cubrir las obligaciones de gastos financieros.
En este sentido, entre mayor sea el resultado, mayor será la capacidad de cobertura de la empresa, en este aspecto.
Este ratio es muy utilizado por las instituciones financieras para medir si la empresa puede cubrir sus obligaciones derivadas de la deuda.
La fórmula para calcular este ratio es la siguiente:
Cobertura de GF = (Utilidad antes de impuestos e intereses) / (Gastos financieros)
En este sentido, un resultado menor a 1 nos indicaría que la empresa no está generando suficientes utilidades para cubrir las obligaciones con sus acreedores financieros.
El resultado recomendado para esta razón financiera es de 1,5 como valor mínimo.
Por ejemplo, en una mipyme, al cierre del 2019, la utilidad antes de deducir impuestos fue de 40.000 euros, y los gastos financieros ascienden a 15.000 euros.
En este caso, al aplicar la fórmula obtenemos que la empresa tiene una capacidad de cubrir sus gastos financieros equivalente a 2,66 veces.
Pero, ¿será 2,66 un valor “óptimo” para una pyme?
En principio, podemos señalar que sí. Pero habrá que analizar otros ratios para decidir qué tan bueno es el resultado 2,66 veces.
4. Ratio de cobertura del servicio de deuda (RSCD)
Consiste en evaluar la disponibilidad económica de una pyme para hacer frente no solo a los intereses financieros, sino a la devolución del capital.
De esta forma se puede verificar si la empresa es lo suficientemente solvente y tiene capacidad de asumir obligaciones con sus acreedores, y si es rentable para los accionistas.
En otras palabras, se entiende por cobertura del servicio de la deuda, el disponer de caja suficiente para afrontar el pago tanto de los intereses como de la devolución de la deuda.
Desde el punto de vista contable, hablamos de las partidas de gastos financieros (cuenta de resultados) y deuda a corto plazo (balance).
Así, la cobertura del ratio sobre la deuda se calcula de la siguiente forma:
RSCD = EBITDA / (Gastos financieros + Deuda a corto plazo)
¿Qué es EBITDA?
En esta fórmula, EBITDA es una métrica que nos sirve como una referencia del flujo de caja operativo que genera la empresa.
El EBITDA (acrónimo de Earnings Before Interest Taxes Depreciation and Amortization o beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) es un indicador que muestra el beneficio de la empresa antes de restar:
- los intereses que tienes que pagar por la deuda contraída;
- los impuestos propios del negocio;
- las depreciaciones por deterioro; y
- la amortización de las inversiones realizadas.
El propósito del EBITDA es obtener una imagen fiel de lo que la empresa está ganando o perdiendo en el núcleo del negocio.
En este sentido, mientras mayor sea este indicador, mejor será la capacidad de la empresa para pagar las deudas y, por ende, mayor será el dinero a distribuir entre los accionistas.
Por otra parte, si el resultado es menor que 1, es una alarma que deberá resolverse antes de que se presente la no sostenibilidad de la empresa a largo plazo.
Ejemplo del cálculo de RSCD:
Supongamos que tenemos la siguiente información de la empresa inversiones Y&M:
- Registró ingresos por ventas de 2.000.000 de euros.
- Tiene una deuda por 200.000 euros y gastos por intereses que ascienden a 100.000 euros.
Por otra parte, registró unos gastos de personal por 500.000 euros, mientras tiene unos gastos fijos de 40.000 euros. La depreciación se ubica en 150.000 euros y la amortización en 50.000 euros.
Entonces procedemos a calcular, en primer lugar el EBITDA.
Lo primero que haremos es calcular el EBIT (beneficio antes de intereses e impuestos):
- EBIT = ingresos – gastos de explotación – amortización
- EBIT = 2.000.000 – (100.000 + 500.000) – 50.000 = 1.350.000 euros.
Después de haber calculado el EBIT procedemos a calcular el EBITDA:
- EBITDA = EBIT + depreciación + amortización
- EBITDA = 1.350.000 + 150.000 + 50.000 = 1.550.000 euros
Ahora sí, calculemos el ratio de cobertura del servicio de deuda:
- RSCD = EBITDA / (Gastos financieros + Deuda)
- RSCD = 1.550.000 / 300.000 = 5,17
¿Qué interpretación le das a este resultado? Déjanos tus comentarios.
5. Ratio de cobertura de gastos fijos
Este indicador te da información sobre la capacidad que tiene tu empresa de cubrir los gastos fijos con la utilidad generada durante el ejercicio económico.
Calcular este indicador es fácil; solo deberás aplicar la siguiente fórmula y su resultado estará expresado en número de veces.
Cobertura de Gastos Fijos = Utilidad Bruta / Gastos fijos
Por ejemplo, supongamos que una mipyme en el año 2019 obtuvo una utilidad de 100.000 euros con unos gastos fijos que ascienden a 80.000 euros.
Entonces, al sustituir los datos en la fórmula nos arroja que la empresa tiene capacidad de cubrir 1,25 veces el total de sus gastos fijos.
Este valor será “óptimo” según sea el tipo de empresa y su actividad.
Este ratio permite visualizar la capacidad de supervivencia y de endeudamiento, y también medir la capacidad de la empresa para asumir su carga de costes fijos.
La tasa de cobertura de gastos fijos es especialmente importante para las pymes que, por ejemplo, alquilan equipos en forma extensiva.
Resumen sobre los ratios de cobertura
En este post nos paseamos por diferentes ratios de cobertura aplicables en pymes, y con breves ejemplos explicamos la utilidad e interpretación de los mismos.
En tal sentido, es claro que estos ratios nos permiten evaluar la “salud” económica de la pyme y la capacidad que tiene para hacer frente a diversas obligaciones.
De los casos comentados, el ratio de cobertura del servicio de deuda (RSCD) es uno de los más importantes, como ya pudiste ver.
Valores superiores a uno (1) del RSCD indican que la empresa es solvente y puede pagar a sus acreedores.
A mayor valor, mayor solvencia y mayor efectivo disponible para los accionistas o para realizar inversiones en el negocio.
En caso de ser inferior a uno (1), significa que no genera suficiente caja como para atender al pago de sus deudas, y es una situación insostenible a largo plazo.
Puede que en un ejercicio se haya refinanciado la deuda o se haya vendido algún activo para hacer frente al pago. Pero de seguir así (inferior a 1) la empresa se descapitaliza y a largo plazo quiebra.
Con esto, espero haberte ayudado a responder las inquietudes con respecto a estas razones financieras, que si bien pueden verse complejas, son muy fáciles si se siguen los pasos.
Lecturas recomendadas:
- Evaluación financiera y predicción de quiebra de pymes.
- Ratio de estabilidad. Inversión versus financiación.
Gracias por leernos.