Solemos pensar que un director ejecutivo es una persona que da luz verde para pagar un sueldo y que es la persona que nunca se equivoca. Sin embargo, los directores ejecutivos de empresas que han marcado la pauta en los negocios han demostrado que mientras más alejado estés de esa definición, más sano será el crecimiento de tu negocio.
Vamos por partes. Lo primero que debes saber es…
¿Qué es y qué hace el director ejecutivo de una empresa?
En inglés muchos lo conocen con el nombre de CEO (Chief Executive Officer).
Todo el mundo creo que el director ejecutivo puede hacer lo que quiera, que tiene todo el poder y es quien sabe de todo en la empresa, pero nada más alejado a la realidad.
En realidad, un director ejecutivo es el coordinador del talento en su empresa como si se tratase de n director de orquesta.
Entre las actividades más relevantes están:
- Definir la estrategia de negocios.
- Definir la dirección de la empresa (cómo se ve en el futuro).
- Modelar y establecer la cultura organizacional de la empresa.
- Construir y liderar su equipo de trabajo.
- Asignar el capital de la empresa según las prioridades.
- Ser la imagen que responde legalmente por la empresa.
Ahora, supongo que siempre te has preguntado qué es lo que necesita un buen director ejecutivo o cuáles son las características que tienen en común todos los “jefes” exitosos.
Todos tienen distintas opiniones sobre cómo debe ser un buen líder, pero la buena noticias es que la fuente principal para saber qué es lo que hace a un buen director ejecutivo son tus empleados y los resultados de la empresa.
Nosotros pretendemos hacerte la vida un poco más fácil y te diremos 20 características para ser un mejor líder:
20 Características que tiene un buen director ejecutivo
#1 Director ejecutivo. Es el primero en llegar a la oficina
Para ser un director ejecutivo eficiente necesitas dar el ejemplo a tus empleados. Y la mejor manera de lograrlo es dedicarle mucho tiempo a tus ideas, a tus empleados y crear un ambiente de trabajo en donde todos aporten valor.
Por supuesto, si llegas temprano a la oficina tendrás mucho más tiempo para cumplir con tus obligaciones como jefe y como líder.
#2 Es compasivo y se pone en los zapatos de sus empleados
Un buen director ejecutivo (de aquí en adelante incluyo también en este término a las directoras ejecutivas) es alguien que siempre antepone a una persona antes que el trabajo. Ellos entienden a veces la vida y la ley de Murphy hacen de las suyas y por eso dan un margen para que sus empleados actúen cuando tienen dificultades.
#3 Director ejecutivo. Deja que sus empleados sean ellos mismos
Si eres un director ejecutivo que fomenta el miedo entre sus empleados nunca va a conseguir respuestas sinceras. Tu equipo de trabajo debe sentirse cómodo intercambiando ideas, comentarios, admitiendo errores, haciendo propuesta y no tendrán pavor de decir “no sé”.
Todas estas interacciones con tu equipo de trabajo conllevan a una productividad fenomenal porque se pueden asumir riesgos de una forma mucho más sana y comprometida.
#4 Es consciente de su rol de coach para su equipo de trabajo
Un buen líder debe ser qué es lo que lo motiva a él, a sus empleados y a sus clientes. Este rasgo es vital para poder tomar cualquier decisión dentro de la empresa. Si bien es una tarea constante el saber quién eres, es el director ejecutivo quien tiene que dedicarse a la tarea de encontrar ese “yo” de todo el equipo de trabajo.
#5 Director ejecutivo. Hace entrevistas mucho más efectivas
Generalmente, las entrevistas largas son una pérdida de tiempo –hay que decir las cosas como son-. Mientras más concisas, claras y cortas sean las reuniones más tiempo tendrá todo el equipo de trabajo para ponerse a trabajar.
No estamos diciendo que no te reúnas más nunca, pero puedes probar nuevas forma de comunicar y de hacer las reuniones (en un bar o por Skype, por ejemplo) que de la sensación de que no se trata de una tarea más tediosa sino de una reunión de la que tiene que salir siempre algo positivo para la empresa.
#6 Conoce a sus empleados
Un buen director ejecutivo se detiene al menos para decir “hola” a cualquier miembro de su empresa. Se supone que es la persona más interesada en que el negocio prospere y por eso siempre trata de estar disponible para todos sus empleados.
Además, se interesa un poco más en conocer a su equipo de trabajo mucho más allá de sus habilidades y capacidades profesionales para poder exigir y delegar correctamente las tareas.
#7 Director ejecutivo. Forma parte del equipo de trabajo
Una característica de un buen director ejecutivo –que lamentablemente pocos aplican- es que los clientes, aliados o proveedores no sepan de primera impresión quién es el jefe en la empresa por la sencilla razón de que se sube las mangas y trabaja justo al lado de sus empleados.
#8 Ayuda a sus empleados para que te ayuden
Un buen director ejecutivo sabe que sus empleados deben y necesitan desarrollar más sus competencias profesionales. Un empleado que aprende cada día más es mucho más valioso para una empresa que alguien que no está a la par de las exigencias actuales.
Un buen líder también es consciente de que quizá sus empleados no estén contigo toda su vida y lo entiende. Primero ofrece la oportunidad de crecer dentro de la compañía y los deja abandonar el nido cuando sea necesario.
#9 Director ejecutivo. Es sincero
Los grandes directores ejecutivos saben aplicar la sinceridad con el respeto. No tienen miedo de decir lo bueno lo malo y lo feo de un empleado sin antes resaltar las virtudes. Por supuesto, todo en un tono amigable y respetuoso.
¿Una prueba de esto? Los empleados no tienen miedo de escuchar una crítica por parte de su jefe ni encender velas por la noche para que nos los despidan después del “regaño”.
#10 Es implacable
Un buen director ejecutivo debe guiar a sus empleados a través de cada paso duro en los negocios. Se siente recompensado cuando mantiene el flujo de trabajo y recibe más retos y responsabilidades.
#11 Director ejecutivo. Evita los extremos
Los mejores directores ejecutivos intentan no mostrar ni demasiado inseguridad ni exceso de confianza. Por lo general, en cuanto se trata de una empresa está conectado con el departamento de recursos humanos para servir como mediador.
Una clave para lograr este equilibrio es conocer bien a sus empleados 😉
#12 Se puede deshacer de su ego
Cuando se trata de una empresa, un buen líder es capaz de rodearse de personas que son más eficientes y hábiles que él. Sabe que no se conoce todos los trucos y que cada quien tiene una especialidad.
El punto clave aquí es que el director ejecutivo sepa que lo que importa es delegar tareas y crear pequeños líderes dentro de la empresa que estén alineados bajo una misma visión.
“Un buen líder es aquella persona que acepta más de lo que le toca de culpa y menos de lo que le corresponde de crédito”.- John Maxwell, orador estadounidense.
#13 Director ejecutivo. Admite sus errores
Admitir que estás equivocado puede parecer un signo de debilidad pero solo es un síntoma de que eres igual de humano que los demás. El mundo del emprendimiento es muy competitivo y siempre hay que probar estrategias. Cuando te salen bien las disfrutas y cuando no, hay que saber rectificar y seguir adelante.
#14 Es inspirador
Por lo general, un buen jefe está consciente de cuáles son sus puntos ciegos y se anima a salir de su zona de confort para probarse a sí mismo para contagiar al resto del equipo.
Ya sea trabajando codo a codo con sus empleados, en el trato, en sus desafíos y en la forma en la que comunica sus ideas, un director ejecutivo no solo tiene que sentarse en una silla en lo alto de la empresa y esperar que lo adulen.
#15 Director ejecutivo. Reconoce el esfuerzo de sus empleados
No se puede negar que cuando un empleado se siente reconocido se sentirá muchísimo más motivado para trabajar más duro, de forma más inteligente y con más tranquilidad.
Este punto está estrechamente relacionado con el poder deshacerse del ego, sin importar si se trata del personal de limpieza o del personal creativo del negocio.
“La primera responsabilidad de un líder es definir la realidad. La última es dar las gracias. Entre ambas circunstancias, el líder es un sirviente”. – Max De Pree, escritor y hombre de negocios.
#16 Estructura las cosas y prioridades
Un buen líder siempre se asegura de que sus empleados, las tareas y las responsabilidades estén distribuidas de una forma lógica y productiva para todos. Si alguien está confundido sobre cuál es su objetivo nadie mejor que el director ejecutivo para esclarecerlo.
Además, como rol de figura influyente en la empresa es quien hace seguimiento a sus empleados para que consigan los objetivos cada semana.
#17 Director ejecutivo. Sabe comunicar lo que quiere
La comunicación es un acto entre dos o más partes y por eso el director ejecutivo sabe que los monólogos o los interrogatorios no son de mucha ayuda a la hora de dirigir una empresa.
Un buen líder saber expresarse de forma clara, sencilla y sin rodeos y sabe escuchar las opiniones de los demás (sean empleados, aliados o clientes).
Clave: hacer que los empleados se sientan más cómodos tocando a tu puerta para hacer preguntas que verlos fallar porque no sabían bien qué es lo que tenían que hacer.
#18 Tiene carisma
El carisma es algo difícil de medir, sin embargo, se puede saber cuándo un líder es carismático cuando sus empleados no lo ven como un “ogro”.
Según una investigación del MIT, las personas optimistas siempre están interesados en otras personas y en lo que tienen que decir. Además, el carisma no solo te hace un mejor líder sino que también te hace un mejor negociador.
#19 Director ejecutivo. Da retroalimentación
Un buen director ejecutivo no solo se pone en los zapatos de los demás y los escucha sino que también pide sugerencias y opiniones a los demás.
Si las personas que te rodean sienten que sus sugerencias son valoradas y respetadas se sentirán mucho más motivados para hacer la diferencia con respecto a la competencia. Cada vez que un empleado se siente escuchado su nivel de compromiso con la empresa aumenta mucho más.
#20 Deja de mirarse como “el mandamás”
Para finalizar, el director ejecutivo de la actualidad –sobre todo para la fuerza de trabajo millennial y de la generación X, debe ser alguien que sea amigable y que no sea vea así mismo con el dictador.
Piénsalo de esta manera, si tú tuvieras todas las respuestas no necesitarías empleados, levantarías el negocio por ti mismo sin ayuda de nadie.
Como todos sabemos que no es así, quítate la etiqueta del que siempre tiene la razón y mantén una postura más de mediador que de juez.
Muchas gracias por vuestra atención y cualquier duda, estamos a vuestra disposición.