La matriz DOFA personal es una técnica tomada del mundo empresarial, que podemos aprovechar en el ámbito personal y profesional. También conocida como FODA, con esta matriz se analizan las debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas, para elaborar planes hacia el logro de metas, según el caso: para la empresa o en lo personal y profesional.
En el ámbito empresarial, la matriz DOFA es una herramienta que permite identificar aspectos importantes de las organizaciones y su entorno. Gracias a ella, es posible conocer el estado de las empresas o elaborar diagnósticos de su situación. Esta actividad la podemos desarrollar con parte o todo el equipo de la empresa.
Al tener un diagnóstico, podemos implementar estrategias apropiadas para atender cualquiera de los elementos encontrados. Es decir, no siempre se aplican planes para atender, por ejemplo, las debilidades o amenazas. También es válido potenciar fortalezas y aplicar planes en función de las oportunidades que nos brinde el entorno.
En tal sentido, por ser una técnica efectiva para las empresas, ha sido trasladada al ámbito personal, con un fin análogo. Es decir, permitirle a las personas comprender mejor su realidad, para luego emprender estrategias que los ayuden a alcanzar sus metas personales y profesionales.
Sin duda, al ser bien aplicada, es una herramienta ideal para empresarios que asumen el reto de mejorar día a día.
Los componentes de la matriz DOFA personal
La matriz DOFA se basa en la exploración de 4 componentes que, a su vez, se clasifican en 2 grupos:
- Componentes de análisis interno.
- Componentes de análisis externo.
El análisis interno se refiere a las características personales que determinan el éxito de un individuo. En éste se incluyen aspectos “negativos” representados en las debilidades; y los aspectos “positivos”, representados en las fortalezas.
Por su parte, el análisis externo pone atención en cuestiones externas a la persona, las cuales pueden incidir en su éxito o fracaso.
En éste se abordan los aspectos negativos representados en las amenazas y los aspectos positivos representados en las oportunidades.
Es claro que estos aspectos no están bajo control directo de la persona. Requieren una capacidad de observación importante, además de acceder a información relevante que dé indicios de amenazas y oportunidades.
Un empresario exitoso “vigila” el entorno, busca información y analiza de manera proactiva lo que dicho entorno le comunica.
Gestionar Fácil.
Dicho lo anterior, es claro que un empresario o gestor debe interesarse eventualmente, en su matriz DOFA personal. Y esto es clave, porque al realizar el ejercicio encontrará, casi con seguridad, situaciones y aspectos que no está considerando y que afectan el éxito personal. Además, del éxito como profesional, gestor o empresario.
En tal sentido, veamos algunos detalles sobre cómo elaborar la matriz, de manera particular, en el ámbito personal.
¿Cómo elaborar la matriz DOFA personal?
Como primer paso para la construcción de la matriz DOFA personal, debemos declarar un objetivo específico. Si no lo hacemos, si no tenemos un objetivo, el resultado de la matriz puede ser general.
En tal caso, es muy probable que no nos ayude en la toma de decisiones o en la definición de planes para mejorar.
Entonces, una vez que hemos establecido la meta personal, debemos centrarnos en el análisis de los 4 componentes de la matriz.
Componente 1: las debilidades
El análisis de las debilidades se enfoca en todas aquellas características internas que nos alejan de la meta. Son obstáculos que no nos permiten avanzar en la consecución de la misma. ¿Has sentido alguna vez que cierta “característica interna” no te permite lograr lo que deseas?
Al respecto, debemos tener en cuenta posibles defectos o temores, que no nos permiten el logro del objetivo declarado. Y en el ámbito profesional, debemos identificar los conocimientos o habilidades que necesitamos según sea objetivo.
Por ejemplo, redactar mejor, saber delegar tareas, aprender a dar feedback a nuestros colaboradores o hacer un buen uso del tiempo. También equilibrar el tiempo dedicado a la empresa, a la familia, al descanso, etc.
Con base en este análisis, la persona estará en capacidad de proponerse acciones y estrategias para transformar las “debilidades” en beneficio de su objetivo. Todo esto apunta a que es necesario enfrentar retos, por lo que debemos salir de la zona de confort.
Esto implica trabajar en cuestiones íntimas, como la falta de organización, de constancia, de disciplina, etc. Y también en cuestiones intelectuales, como el desarrollo de las competencias demandadas en nuestro contexto, en la empresa e, inclusive, en la familia.
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Por ejemplo, un joven que desea ingresar a una carrera universitaria, debe conocer sus posibles debilidades, como parte del proceso de selección de la carrera. En este caso, ese conocimiento le puede ayudar a descartar opciones. O mejor, a enfocarse en acciones correctivas para mejorar.
Por ejemplo, si no tiene interés en la lectura, podría descartar una carrera de periodismo. Pero también podría buscar la motivación para convertirse en un excelente lector, y así aplicar en esa carrera.
Componente 2: las fortalezas
El análisis de las fortalezas se enfoca en las características internas que pueden contribuir con el logro del objetivo declarado. En este caso se tienen en cuenta las cualidades de la personalidad (habilidades sociales) al igual que los conocimientos y las habilidades técnicas.
Con base en este análisis es posible que un empresario pueda enfocarse en metas según sus capacidades o competencias. Esto incluye identificar cualidades personales como la perseverancia o la tolerancia. Debemos incluir tanto los talentos técnicos como las habilidades blandas y los conocimientos específicos.
Sin duda, precisar este conocimiento le brindará la seguridad para el desarrollo de sus proyectos. Además, le permitirá tomar riesgos controlados. Es decir, tomar riesgos en aquellas actividades en las que sabe que tendrá éxito con relativa facilidad.
Pero, ¡ojo!, no debe quedarse en la zona de confort. Porque si eres excelente haciendo una actividad y no asumes nuevos retos, podrías estar estancado o, incluso, retrocediendo.
Gestionar Fácil.
Entonces, el análisis de las fortalezas nos permitirá reconocer cualidades personales, al igual que habilidades y conocimientos aplicables, por ejemplo, en el ámbito de la empresa. ¿Será posible identificar una capacidad o competencia que no estemos aprovechando?
Componente 3: las amenazas
Con relación a las amenazas, el análisis se enfoca en las características externas que pueden afectar el logro de las metas personales y/o profesionales. Para un empresario, esto constituye un elemento clave, que no puede descuidar por estar inmerso en las tareas del día a día.
En este caso, debemos tener en cuenta todas las condiciones del entorno que incluyen: aspectos sociales, políticos y familiares. La capacidad de “leer el entorno” debemos perfeccionarla todos los días.
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Este análisis permite que el individuo pueda profundizar en las situaciones que amenazan sus metas. Y con ello, establecer planes y acciones concretas para enfrentarse a ellas de la mejor manera posible. O al menos para mitigar las consecuencias…
Componente 4: las oportunidades
Por último, el análisis de las oportunidades se enfoca en las cuestiones externas que favorecen el logro del objetivo declarado.
En este caso, debemos tener claro tanto los beneficios particulares que se reciben de una situación determinada, como los beneficios generales que se presentan en el ámbito social.
Por lo tanto, con el reconocimiento de los factores positivos provenientes del entorno, es posible emprender acciones que tomen ventaja de los mismos, en pro del éxito personal y profesional. ¡Y por supuesto, en provecho de la empresa!
Beneficios de la matriz DOFA personal
La matriz DOFA personal presenta muchas ventajas, cuando llevamos a cabo el análisis de los 4 componentes con empeño, mente abierta y disposición a aprender. Con actitud proactiva para enfrentar retos y mejorar.
Por ejemplo, de cada uno de los componentes pueden surgir retos interesantes para:
- Tomar acciones para mejorar una condición que representa un obstáculo para el logro de objetivos personales y profesionales. ¡Siempre tendremos algo por mejorar!
- Potenciar una fortaleza. Es decir, con nuevos aprendizajes, potenciar una fortaleza que nos lleve a logros más importantes. ¡Convertirnos en expertos!
- Evitar una amenaza. Por supuesto, al detectar una amenaza del entorno, debemos tomar acciones que nos alejen de tal situación o para evitar consecuencias “catastróficas” en lo personal y profesional.
- Aprovechar una oportunidad del entorno. ¿Has sentido que pasan oportunidades frente a ti y no las aprovechas?
Para finalizar:
Sin duda, todas las personas conocemos en forma general nuestros defectos y cualidades, al igual que podemos detectar las amenazas y oportunidades que nos plantea el entorno.
Un análisis de este tipo, realizado con detenimiento, supone información extraordinaria. Y al plasmar los hallazgos en forma gráfica, a través de la matriz DOFA, es posible obtener una mejor visión de nuestra realidad.
En consecuencia, una revisión sistemática y visual de la matriz DOFA personal, nos permitirá desarrollar un mayor nivel de conocimiento de nosotros mismos y del entorno. Y esto, asumido con disposición a mejorar y a aprender, nos permitirá tomar decisiones ajustadas a nuestras necesidades y expectativas.
Gestionar Fácil.
Así que te animamos a desarrollar la matriz DOFA personal y luego aplicarla; con lo que sin duda, podrás ejecutar acciones concretas para mejorar en lo personal y profesional.
¡Muchas gracias por leernos!
