A principios de la década de 2000, la gente en Estados Unidos empezó a hablar de un joven talento del fútbol que se predijo que se convertiría en el próximo Pelé. Su nombre era Freddy Adu. Originario de Ghana, que se mudó con su familia a Estados Unidos a la edad de 8 años, sorprendió a los cazatalentos con su talento desde una edad temprana. Ya a los 14 años, Adu se convirtió en profesional y debutó en la MLS con el DC United. Todas las principales publicaciones deportivas escribieron sobre él y los mejores clubes de Europa se interesaron por él. Pero 15 años después, Freddie, de quien se predijo que se convertiría en el rey del fútbol, resultó ser un agente libre inútil. ¿Qué pasó con la principal esperanza del fútbol americano en la década de 2000? Contamos la historia del ascenso y caída de Freddie Adu.
Un ascenso meteórico: de niño prodigio a jugador del equipo de EE. UU.
Adu comenzó a jugar fútbol en Ghana, pero se mudó a Estados Unidos con su madre a los 8 años. Allí rápidamente se notó su talento. A los 14 años, Freddie se convirtió en el jugador profesional más joven en la historia del deporte estadounidense al firmar un contrato con el DC United. Inmediatamente debutó en la MLS y comenzó a anotar, como lo informó el sitio web most bet.
Al mismo tiempo, Adu se lo pasó genial en las selecciones juveniles de Estados Unidos. Con la selección Sub-17 marcó 16 goles en 15 partidos, y en la Sub-20 disputó un récord de 3 Mundiales Juveniles. A la edad de 16 años, Freddie debutó con la primera selección nacional de Estados Unidos, convirtiéndose en el jugador más joven de su historia.
En 2006, Adu estuvo cerca de mudarse al Manchester United. Sir Alex Ferguson se reunió personalmente con el prodigio y negoció, pero el trato fracasó debido a problemas con un permiso de trabajo en Inglaterra. Pero el Benfica firmó un contrato con Adu por 1,5 millones de euros. Este se convirtió en la cima de la carrera del estadounidense.
Fracasos en Europa y declive de la carrera.
En el Benfica, Adu, de 18 años, inicialmente jugó como titular e incluso debutó en la liga de Campeones. Pero no pudo afianzarse y se fue cedido al Mónaco, Belenenses, Aris y Rizespor. El estadounidense no impresionó por ningún lado, por eso dejó de ser convocado a la selección nacional y se perdió el Mundial de 2010.
En 2011, Adu regresó a la MLS, pero tampoco jugó allí. Lo que siguió fueron vagabundeos por clubes de Brasil, Serbia, Finlandia y viajes a pruebas en Inglaterra, Holanda y Noruega. Todo terminó con un modesto contrato con el recién llegado a la USL Las Vegas en 2018. Desde entonces, Freddie se encuentra sin club, aunque sólo tiene 31 años.
¿Por qué Adu nunca se convirtió en una estrella del fútbol mundial, aunque demostró ser una gran promesa? Hay varias versiones. Uno de ellos es la transición demasiado pronto al fútbol para adultos. Ya a la edad de 14 años, Freddie comenzó a competir con hombres hábiles, lo que probablemente afectó su psicología. El chico rápidamente creyó en su propio genio y quería todo a la vez.
Quizás, si Adu no hubiera tenido prisa y hubiera escuchado los consejos de sus entrenadores, en lugar de lanzarse al fútbol adulto a la velocidad del rayo, habría podido desarrollar su talento. Pero el joven creía que a los 16-17 años ya jugaba como Pelé. Esto se convirtió en un error fatal.
Sin embargo, es imposible decir de manera inequívoca por qué Freddy Adu no logró alcanzar las alturas que se le pronosticaban. Probablemente se deba a una amplia gama de razones, que van desde altas expectativas y presión hasta simplemente mala suerte. Pero el hecho es que el que alguna vez fue el jugador más prometedor de Estados Unidos se ha unido a las filas de los prodigios del fútbol que nunca llegaron al nivel senior.
La historia de Freddie Adu es un triste ejemplo de cómo la fama temprana y las grandes expectativas pueden obstaculizar, en lugar de ayudar, el desarrollo de los jóvenes talentos. Quizás si a Freddie no lo hubieran llamado el “Pelé americano” desde los 14 años, habría podido progresar tranquilamente y convertirse en una verdadera estrella. Lamentablemente, este cuento de hadas tuvo un final infeliz. Aunque Ada sólo tiene 31 años, esta es una edad en la que todavía puedes intentar revivir tu carrera. Pero por ahora las perspectivas son vagas y Freddie corre el riesgo de permanecer para siempre en la historia simplemente como la esperanza incumplida del fútbol americano.
