Los sobres personalizados perecieran una herramienta del Jurásico, pero ¿y si ese dinosaurio está aún muy vivo y no le prestamos atención? ¡mucho ojo con eso!
Se habla mucho últimamente de la importancia de una buena estrategia de marketing online. Esta es como la acción obligatoria para impulsar o revitalizar nuestro comercio o nuestra empresa, nadie lo duda.
Sobres personalizados: No todo es online
Desatender Internet es como tapiar los escaparates de nuestro establecimiento: voluntariamente, alejamos a nuestro público objetivo de nuestros productos. No obstante, aquí queremos destacar que algunos de los medios tradicionales, de toda la vida. Usemos el término offline, para diferenciarlo de “online” (estrategia digital). Pues bien, estos medios y estrategias offline son igual de útiles para publicitar y promocionar nuestra marca.
El sobre personalizado es uno de esas “perlas” que siempre brillan porque somos seres humanos. Nos gusta ver, tocar, sentir, ya que somos que nos movemos por la razón y la emoción. Nunca lo olvides. Usa la emoción a tu favor.
El cliente es el centro en los sobres personalizados
Bien sea por Internet o por otros medios, nuestra labor debe empezar siempre por el cliente. La razón de ello es que es el usuario final de nuestros servicios y el que adquiere nuestros productos.
Así, al hacer promociones personalizadas, individualizadas es el principal objetivo: el enfoque en el cliente.
Aquí tenemos algo que consigue precisamente eso: el sobre personalizado. ¿Por qué? Porque consigue que nuestro potencial consumidor, o nuestro cliente habitual, se sienta tratado como eso mismo: como una persona.
El sobre es un objeto singular que llega por el correo o por mensajería. No es un email que puede ser enviado a la vez a miles de personas. Y como publicidad masiva ya sabes… terminará en la bandeja de spam.
Sobres personalizados: Somos visuales, auditivos y kinestésicos
Percibimos nuestro mundo con la vista, la audición y el tacto. El mundo online se centra en lo visual. Las relaciones humanas muchas veces en la audición (lo que dice y cómo lo dice), aunque el lenguaje no verbal influye. También nos comunicamos tocando, sintiendo.
En el caso del sobre, éste se ve y se toca, se puede apreciar su forma, su color, la textura del papel, incluso el olor. Cuando un potencial cliente recibe un sobre bien cuidado con información individualizada (con su nombre y su dirección) estamos estableciendo una relación con él de la mejor manera posible.
Dicen que sólo se tiene una oportunidad de dar una primera impresión favorable; pues el sobre personalizado es el instrumento adecuado para dar esa primera buena imagen, que va a hacer más sencillas las siguientes fases de nuestra promoción. Con el sobre personalizado rompemos el hielo, además, de una manera barata y sencilla, ya que podemos imprimir sobres en imprentas digitales.
El sobre personalizado establece un círculo virtuoso con nuestros consumidores que va en beneficio de nuestra imagen de marca. Estas acciones fomentan que el cliente, al sentirse especial, importante, comparta nuestros mensajes promocionales con personas de su círculo cercano. A todo el mundo le gusta decir: ¡me han enviado una promoción a casa para adquirir el último modelo de tablet de X!, o ¡me han escrito para invitarme a la presentación de la última novela de Y!
De esta manera, el sobre personalizado consigue a la vez fidelizar a los clientes actuales, y ampliar el conocimiento de nuestra marca a otros potenciales consumidores, a través del boca a boca.
¿Por qué el sobre personalizado tiene características únicas como medio promocional?
El sobre no es algo unidimensional, sino que tiene varias “caras” todas ellas útiles para trasmitir nuestra marca.
- Su forma: es verdad que cuando se hacen envíos postales hay que respetar ciertas reglas. Sin embargo podemos usar nuestra imaginación para sorprender al destinatario. Imagina enviar un sobre que parezca la cubierta del libro. ¿Cómo sería enviar un sobre con forma de tablet?. Imagina un sobre con forma de…
- Dos caras exteriores: y las dos igual de importantes. Debemos elegir mensajes claros, atractivos y que llamen a la acción. Sigamos con el ejemplo de la tablet: en una cara aparece la imagen de la pantalla apagada con el mensaje si quieres pasar a la siguiente pantalla…; en la otra, la imagen de la tablet encendida con un mensaje que llame a la acción: …aquí encontrarás las instrucciones.
- El interior: No se suele ningún mensaje, pero podemos poner algún detalle que lo haga atractivo, como que tenga el color de nuestra marca.
- Las ventanitas: habitualmente tiene la función de que se vea la dirección y el remitente, y evitar ponerla otra vez en el sobre, pero se pueden añadir ventanas que jueguen a decir cosas con partes del contenido de la carta. Ser imaginativos atraerá y acercará a nuestros clientes.
También se puede jugar, como se mencionaba más arriba, con el color, la textura del papel o la tipografía de las letras. Así, es muy interesante ver las diferentes posibilidades publicitarias de un objeto tan conocido y asequible como el sobre personalizado. Esperamos haber cambiado la percepción sobre ese trozo de papel tan familiar llamado sobre.
Conclusión
Aléjate un poco de los convencionalismos que se imponen. Para vender has de transmitir valor, y para quedar bien con tus clientes, has de demostrar que les importas. El otro día me envió una carta escrita un lector “de su puño y letra”. Pensar que dicha persona se había molestado en hacer todo eso, me llenó de satisfacción personal.
Se trata de mostrar “que dicha persona u organización” te importa. Los detalles a veces lo son todo. No perdamos las viejas costumbres, el mundo cambia, pero las personas seguimos necesitando lo mismo: sentirnos reconocidas. A efectos comerciales, el sobre personalizado hace eso perfecto.
¡Gracias por leernos!
