Sin duda, una de las acciones más realizada por todo empresario, es la de tomar decisiones. Estas van desde decisiones muy sencillas e inmediatas, hasta las que demandan un proceso formal o complejo. Por ser un tema esencial para la gestión empresarial, esta entrega la dedicamos a resaltar algunos puntos interesantes al respecto. Elementos que debes tener presente al tomar decisiones para avanzar con buen pie. ¡Bienvenidos!
Comenzamos señalando 3 actitudes comunes en los empresarios con dificultad para tomar decisiones:
- Una es pensar que equivocarse es equivalente al fracaso, con consecuencias imposibles de modificar. Es posible que lo sea; pero en la mayoría de los casos, siempre habrá la opción de corregir.
- Otra actitud es el miedo a verse expuesto ante los demás. Sobre todo, sentir una gran ansiedad frente al juicio, que lo anticipa como negativo.
- Por último, tener una percepción de pérdida de control, lo que lleva a la persona a revisar con frecuencia cada paso dado, al seleccionar una alternativa.
Estas y otras situaciones, que pueden paralizar la toma de decisiones o postergarla hasta hacerla inoportuna, se minimizan aplicando métodos cuando el caso lo amerite.
Por supuesto, todo dependerá del contexto de la empresa, del entorno, de las consecuencias de una decisión no adecuada, entre otros elementos. Sobre el proceso de toma de decisiones, un artículo que recomendamos es el siguiente:
¿Decisiones correctas o decisiones adecuadas?
Es importante distinguir que más que hablar de decisiones correctas o incorrectas, podemos hablar de decisiones adecuadas o inadecuadas. En tal sentido, creemos que lo que existen son decisiones más o menos adecuadas, según los objetivos, el contexto y las circunstancias involucradas.
Por otro lado, como empresarios debemos estar conscientes de que una decisión siempre se verá afectada por factores que escapan a nuestro control. Lo que conlleva a que debemos asumir la responsabilidad de aquello que podemos controlar.
Cuando una decisión no resulta adecuada, es importante no asumirla como un fracaso. Entre otras razones, podemos citar:
- Tenemos derecho a equivocarnos. Hasta los más expertos se equivocan.
- No sabemos si en el mediano o largo plazo, lo ocurrido podrá ser mejor de lo que habíamos previsto.
- Según el caso, podemos poner a nuestro favor la situación inesperada, producto de la decisión.
Cuando el proceso ejecutado para tomar una decisión ha sido consciente y está documentado, siempre será una oportunidad para aprender. Es decir, situaciones inesperadas o no deseadas, siempre supondrán un aprendizaje. Si lo tomamos con la actitud apropiada, nos ayudará a mejorar nuestra capacidad para tomar decisiones y avanzar con buen pie.
50 % de las decisiones son inadecuadas
No tomaremos esta afirmación como una verdad absoluta, ¡para nada! Pero sí podemos afirmar que muchas decisiones en todo tipo de empresas, no satisfacen el o los objetivos planteados.
El profesor del área Dirección de Empresas, en la Ohio State University, Paul Nutt – experto en el estudio de la toma de decisiones – dirigió una investigación para determinar las razones por las que hay decisiones inadecuadas. En particular, el estudio lo llevó a cabo para las decisiones en el ámbito empresarial.
El trabajo duró 5 años. Implicó estudiar más de 350 decisiones importantes tomadas en empresas de Estados Unidos y Canadá. Y realizó seguimiento, durante 2 años, al logro que se proponían. Una de las conclusiones más importantes fue que la mitad de las decisiones que se tomaron, fallaron. En tal sentido, no lograron el objetivo que perseguían.
Existen 3 causas principales…
A partir del estudio, el profesor Nutt señaló 3 causas como las principales, por las que fallan las decisiones que se toman:
La primera es cuando el empresario impone la solución al problema o al reto que se plantea. Ante una situación que demanda la elección de una alternativa, puede suceder que el supervisor o empresario, decida e imponga su criterio. Es decir, dicta lo que hay que hacer, sin contar con la opinión de sus colaboradores. En este caso, deja de lado la información útil que podría aportar el equipo para tomar una decisión adecuada.
Otra causa por la que fallan las decisiones, es porque se limita el número de alternativas a evaluar. En muchos casos, en cuanto se nos ocurre una idea que puede resolver el problema, la llevamos a la práctica. Eso no está mal si el caso es trivial o somos expertos en la materia. Pero, en muchas situaciones, es un error no explorar alternativas, apoyándonos en colaboradores o expertos. En tal sentido, se pueden aplicar métodos para generar alternativas y su posterior evaluación.
La tercera causa
La tercera causa es porque a la hora de aplicar un plan de trabajo en función de la decisión tomada, imponemos el modo de hacerlo. Una vez más, no buscamos el apoyo y la experiencia de otros, al aplicar la solución. ¡Somos muy listos, imponemos cómo hay que hacerlo! Es un síntoma de no saber delegar.
¿Crees que alguna de estas 3 causas te ha afectado en el resultado de tus decisiones?
Tomar decisiones efectivas… consejos claves
Para no alargar esta lectura, veremos 2 puntos importantes que nos ayudarán a tomar decisiones efectivas:
- 10 principios para tomar decisiones
- Pasos básicos para la toma de decisiones exitosa
10 principios para decidir con eficacia
Tomados del libro de M. Ariño y P. Maella, titulado “Iceberg a la vista”, comentamos de manera breve los 10 principios que proponen para tomar decisiones:
- Preocúpate por decidir bien, más que por acertar. Este es un punto clave. No se trata da acertar sino de decidir con base a un proceso deliberado y claro.
- Identifica claramente tus objetivos. Sin objetivos o expresiones de logro no podrás decidir bien. Son el “faro” que guía el proceso.
- Plantea tus problemas de forma realista. Por esto, otras opiniones y experiencias son esenciales para tener éxito y lograr decisiones adecuadas. Involucra a colaboradores y expertos, de ser necesario.
- No te autoengañes; es muy fácil hacerlo. Sin comentarios para este punto.
- Atiende sólo a la información relevante. Recabar información es una tarea necesaria. Si podemos identificar la relevante, ideal. Pero eso sí, ¡hay que tener cuidado! No dejes por fuera información que, luego, era la esencial.
Seguimos
- Gestione la incertidumbre. Cuando se trata de decisiones con alto impacto, es importante gestionar la incertidumbre y los riesgos que impliquen una decisión inadecuada.
- Sé creativo y genera alternativas. Este punto es clave. No dejes alternativas “por fuera”. No descartes a priori, aquellas que parezcan fuera de lugar.
- Ten en cuenta que tus decisiones tienen consecuencias. Sin comentarios para este punto, excepto que hay decisiones que pueden llevar al cierre la empresa.
- Lo que decidas… ponlo en práctica. Poner en marcha la decisión puede implicar planes de trabajo o planes de acción. Mal ejecutada, una decisión apropiada puede terminar muy mal.
- Sé consciente de que no todo es racionalidad. Cuando tengas la alternativa seleccionada, reflexiona si esta responde también a lo que “dicta la intuición”. Además, piensa si realmente representa un consenso, porque el proceso de evaluación y selección de alternativas en equipo puede fallar.
Pasos a seguir para tomar decisiones
La capacidad para tomar decisiones no es algo innato. La competencia para hacerlo demanda habilidades que puedes desarrollar. Como todo, la práctica hace que tomar decisiones se vuelva más fluido y ágil. Y esta práctica hará que el esfuerzo sea menor.
Los 5 pasos comunes que puedes aplicar para tomar decisiones son:
- Defina el tipo de decisión. La descripción debe ser lo más concreta posible. Es claro que muchas de las decisiones que tomamos a diario, no requieren un proceso formal. Aun así, debemos tener claro cuándo dedicar más tiempo y análisis a cada caso.
- Haz una lista de alternativas. Lo ideal es no hacer juicios de valor a priori sobre la viabilidad o las amenazas de las alternativas. Crea una lista y no descartes ninguna alternativa aún.
- Defina los criterios para evaluar las alternativas. En este proceso es importante tener en cuenta muchos factores. Entre ellos, la repercusión de la decisión, las emociones y la viabilidad de llevar a cabo el plan de acción. Los criterios deben ser “medibles” para priorizar las alternativas. Puedes utilizar escalas de 0 a 10 para evaluar los criterios.
- Identifica las alternativas relevantes. Recomendamos que te enfoques en aquellas alternativas que han obtenido una puntuación alta (las 3 mejores). En algunos casos, puede ser útil definir un criterio (o varios) y calificar de nuevo, para que quede una única alternativa con una puntuación superior. La alternativa seleccionada puede ser objeto de discusión con los colaboradores u otros interesados.
- Ejecuta y verifica los resultados. Elabora un plan de acción, sobre cuándo y cómo pondrás en marcha tu decisión. Las fases “ejecutar y evaluar” tienen su propia gestión, que no puedes descuidar. En la ejecución siempre habrá la posibilidad de ajustar el plan para lograr los mejores resultados posibles. Aunque no siempre es así, claro está.
Conclusión
Tomar decisiones es un proceso inherente al ser humano. En esta acción toman partido muchos elementos propios y ajenos. Por ejemplo, nuestros conocimientos, experiencias y emociones. Además de la cultura y la actitud que tengamos frente a la incertidumbre. Y a esto hay que agregar el entorno y las “fuerzas” que pueden influir en cada momento.
En el mundo empresarial, habrá decisiones adecuadas según el contexto. Por lo que la mejor alternativa hoy puede no serlo mañana.
En cualquier caso, lo interesante de este proceso es tener claro que no hay una decisión “perfecta”. Y que, como otras habilidades, podemos desarrollar competencias para tomar decisiones, en lo individual y en equipo. A mayor “práctica”, más coherentes serán nuestras decisiones con los objetivos planteados.
Una frase clave de Sartre: “no somos más que nuestras propias decisiones”. Lo que aplica para las empresas, cualquiera sea su tipo y tamaño. De allí la importancia del proceso de toma de decisiones en las organizaciones, en general.
En las empresas que han alcanzado el funcionamiento óptimo, es común encontrar documentado un proceso, aplicable en los casos que lo ameriten, para tomar decisiones. Algunos estándares y modelos de calidad lo exigen como parte del sistema de calidad de la empresa.
Hasta la próxima entrega… ¡Suerte con tu proceso para delegar funciones!